(...) el sonido de las ramas quebrándose en ese bosque espeso se hacían cada vez más fuertes... las pisadas se sentían más cercanas...
El abuelo empezó a sudar; intentó ocultar el temblor de sus manos cogiendo fuertemente el arma que llevaba; observaba atento todos los rincones dando un giro de 360 grados.
El cielo oscurecía y en el silencio tenso se escuchó un grito ensordecedor. Todos giraron a ver que había sucedido (todo ocurrió demasiado rápido) al volverse lo único que pudieron divisar fue una sombra que se alejaba corriendo llena de sangre y uno de los hombres yacía en el piso sin un brazo y empapado en sangre.
Nadie podía creer lo rápido que había sido aquel suceso. El abuelo se lamentó mil veces...
El joven tendido en el piso se desangraba...
La bestia había estado rondando, cual animal buscando a su presa y escogió al más débil, un joven de 19 años que temeroso se aferraba a una pistola mal cogida. La bestia no tuvo que hacer mucho, sólo saltar, morderle el brazo hasta sentir un crunch entré sus dientes, que significaría la rotura del hueso... un jalón con los dientes filudos de bestia maldita y listo.
La bestia se fue con esa porción del cuepo del joven entre los dientes, el brazo por las arterias cortadas estaba lleno de sangre. La cara entera de la bestia estaba llena de sangre... y mientras corría con su trofeo en la boca sentía como las gotas de ese líquido caliente caían entre los arbustos; la bestia corrió y corrió hasta llegar al claro donde se encontraba Myriam. Myriam asustada vió esos grandes ojos.... la cara llena de sangre, los colmillos y entre ellos un brazo de quien sabe quien con sangre goteando... a Myriam el bosque entero le dio vueltas en la cabeza, y cayó en el abismo de un desmayo...
(...) continuará